jueves, 10 de mayo de 2012

La del Pirata cojo...

¡Muy buenas a todos!
Como veis llevo varios días sin escribir absolutamente nada en el blog, porque sinceramente no está pasando nada demasiado interesante de lo que escribir, y si ha pasado cosas en el mundo, a mi realmente no me han llamado la atención lo suficiente como para publicarlo (he leído en Twitter cosas de Gran Hermano, del Periódico La Razón, la victoria de ayer del Atlético...pero yo quería que ganara el Athletic).

Resumiendo, debido a la falta de ideas aprovecho para compartir con vosotros una canción que últimamente escucho con mucha frecuencia y me encanta. No es para nada nueva,  pero es una canción genial. Esto dijo el propio autor sobre su obra en 1992: “Quería ser sólo una perversa canción infantil pero se ha convertido en el himno de los conciertos de esta gira. Se la debo a unas fiebres de mi hija Carmela.”

Aquí os dejo con "La del Pirata cojo" de Joaquin Sabina...


No soy un fulano
con la lágrima fácil,
de esos que se quejan sólo por vicio.
Si la vida se deja yo le meto mano
y si no aún me excita mi oficio,
y como además sale gratis soñar
y no creo en la reencarnación,
con un poco de imaginación
partiré de viaje enseguida
a vivir otras vidas,
a probarme otros nombres,
a colarme en el traje y la piel
de todos los hombres
que nunca seré:
Al Capone en Chicago
legionario en Melilla
pintor en Montparnasse.
Mercader en Damasco
costalero en Sevilla
negro en Nueva Orleans.
Viejo verde en Sodoma
deportado en Siberia
sultán en un harén.
¿Policía? ni en broma
triunfador de la feria
gitanito en Jerez.
Tahur en Montecarlo
cigarrillo en tu boca
taxista en Nueva York.
El más chulo del barrio
tiro porque me toca
suspenso en religión.
Confesor de la reina
banderillero en Cádiz
tabernero en Dublín.
Comunista en las Vegas
ahogado en el Titanic
flautista en Hamelin.
Pero si me dan a elegir
entre todas las vidas, yo escojo
la del pirata cojo
con pata de palo
con parche en el ojo,
con cara de malo,
el viejo truhán, capitán
de un barco que tuviera
por bandera
un par de tibias y una calavera

Billarista a tres bandas
insumiso en el cielo
dueño de un cabaret.
Arañazo en tu espalda
tenor en Rigoletto
pianista de un burdel.
Bongosero en la Habana
casanova en Venecia
anciano en Shangri La.
Polizón en tu cama
vocalista de orquesta
mejor tiempo en Le Mans
Cronista de sucesos
detective en apuros
conservado en alcóhol.
Violador en tus sueños
suicida en el viaducto
guapo en un culebrón.
Morfinómano en China
desertor en la guerra
boxeador en Detroit.
Cazador en la India
marinero en Marsella
fotógrafo en Play Boy.
Pero si me dan a elegir
entre todas las vidas, yo escojo
la del pirata cojo
con pata de palo
con parche en el ojo,
con cara de malo,
el viejo truhán, capitán
de un barco que tuviera
por bandera
un par de tibias y una calavera


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