Un 2015 difícil de digerir para cualquier amante del deporte, por muchas razones que tengas para estar inmensamente feliz a pesar del resultado, estar a punto de conseguirlo duele.
Duele quedarse a 8 puntos de una Final Autonómica, duele quedarse sin medalla por 6 puntos. Duele perder una plata y perder la categoría por 3 puntos en la prórroga. Duele perder una plata en los últimos 20 segundos después de mandar dos balones a la madera.
Sí, es nuestro segundo año; Sí, hemos dado la cara en todos los partidos; Sí, nos hemos metido en dos fases finales en una misma temporada; Sí, llevamos dos Campeonatos de España en dos años; Sí, pero duele.
Poco a poco ese amargo sabor se va diluyendo y empiezas a ver las cosas con la cabeza fría. Poco a poco eres capaz de coger todas las experiencias y ponerlas en una balanza. Es entonces cuando te das cuenta que solo puedes abrazar a todos tus compañeros y deportistas por lo que han conseguido y por lo que conseguirán.
Aunque hemos acabado con sabor amargo, han sido dos años increíbles. Esta locura llamada Deportes Sin Adjetivos es MI VIDA. 10 medallas autonómicas después, 2 participaciones en Campeonatos Nacionales por Clubs, una participación en Campeonato Nacional como Seleccionador, grandes amigos (y más de un enemigo), y un millón de experiencias vividas, son el palmarés que luzco con todo el orgullo del mundo.
Mañana ponemos fin a este segundo escalón llamado 2015 de una escalera que promete muchas más alegrías.
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