En los tiempos que corren, bajo mi punto de vista el mayor y principal problema de esta sociedad es el egoísmo. Cada uno piensa en su interés y si puede pisotear al prójimo pues mejor.
Anoche me encontré con esta oración de la Madre Teresa de Calcuta, en la que claramente lo único que le importa son los demás a pesar de tener sus propios problemas. Aquí os la dejo para que la leáis y reflexionéis.
Señor: Cuando tenga hambre, dame alguien que necesite alimento;
cuando tenga sed, envíame alguno que necesite una bebida;
cuando tenga frío, envíame alguno a quien calentar;
cuando tenga un disgusto, ofréceme alguno a quien consolar;
cuando mi cruz resulte pesada, hazme condividir la cruz del hermano;
cuando soy pobre, guíame hacia alguno que pase necesidad;
cuando no tengo tiempo, dame alguno a quien pueda aliviar algún momento;
cuando necesito que alguien se ocupe de mi, envíame alguno de quien ocuparme;
cuando pienso en mí, atrae mi atención sobre otra persona.
Haznos dignos, Señor, de servir a nuestros hermanos que por todo el mundo viven y mueren pobres y hambrientos.
Dales hoy, empleando nuestras manos, su pan de cada día, y dales por medio de nuestro amor comprensivo, paz y alegría.
Espero que os haya gustado y hayáis reflexionado, y aunque sea por un momento pensemos un poquito más en los demás.
¡Que paséis un feliz sábado!
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